La Unidad de Investigación de Toxicomanías y Leyes Especiales de la ciudad de Viedma, logró identificar que una persona detenida y alojada en el complejo penitenciario 12 de esta ciudad, organizaba junto a algunos miembros de su núcleo familiar más cercano el ingreso de estupefaciente a la unidad carcelaria en donde luego era comercializada a otros internos.
El desarrollo investigativo pudo establecer que el detenido, quien cumple condena por un delito previsto en la ley 23.737, acordaba con varios internos la venta de drogas en pequeñas cantidades, que eran abonadas por terceras personas cercanas al detenido. Luego coordinaba con sus familiares directo, todas mujeres, el ingreso de drogas durante los días de visita, personas que prestaban su total conformidad para ocultarse la sustancia en su cuerpo. De esta manera se disponía que esa droga luego circule en el interior del establecimiento.
Conocida la modalidad operandis, y al advertirse que este grupo de personas nuevamente se aprestaban a producir un nuevo ingreso de estupefacientes, se informó a las autoridades judiciales quienes autorizaron medidas judiciales pertinentes, efectuándose la demora de estas mujeres momentos previos al ingreso de visita en el interior del complejo penal, todo ello con colaboración del personal del servicio penitenciario.
Producida la requisa personal, de sus efectos y ante la sospecha que la sustancia iba oculta en su cuerpo, ambas personas fueron trasladadas hasta el nosocomio local y asistidas por personal especializado, quienes luego de efectuar una serie de estudios lograron la extracción de un envoltorio alargado recubierto por film. Al ser abierto se constató dos envoltorios conteniendo una sustancia vegetal la que sometida a reactivo indico la presencia de cannabis sativa, arrojando un peso superior a los 50 gramos, advirtiéndose además la presencia de profilácticos sin su envase, que hicieron presumir que el interno los usaría para encapsularse e ingresar al pabellón sin ser advertido por la guardia.
De manera simultánea se allanó la vivienda de estas mujeres ubicada en el predio de Idevi, en donde se logró la incautación de dos panes de una sustancia cuya prueba de campo indicó la presencia de cannabis sativa, arrojando casi 2 kilogramo de ese tóxico, además de dinero, balanza y otros elementos vinculados a la investigación. También de manera inmediata se allanó el lugar de alejamiento interno en donde se logró incautar elementos relacionados al expediente. Las tres mujeres fueron detenidas y alojadas en la alcaidía federal por infracción a la ley 23.737.
Este procedimiento direccionado por la fiscalía y Juzgado Federal de esta ciudad capital, permitió desarticular esta red que introducía estupefaciente a un centro carcelario para ser comercializado, violando el sistema de seguridad, poniendo en riesgo a la población de internos, quienes bajo los efectos del consumo de estupefacientes podrían generar graves situaciones.