La Policía de Río Negro realiza una fuerte tarea de prevención y controles en las zonas rurales de la Cordillera, donde verifica el cumplimiento de la documentación obligatoria de los vehículos y sus pasajeros e inspecciona que los elementos transportados se encuentren en regla.
Dicha labor está a cargo de la Brigada Rural, que funciona en dependencias de la Comisaría 36º de Dina Huapi y extiende su presencia en toda la jurisdicción que está bajo el comando de la Unidad Regional III.
La unidad especial tiene presencia constante en caminos rurales, rutas provinciales que comunican a los establecimientos ganaderos con las urbes y en la ruta nacional 23, la cual también es utilizada para llegar a los campos de la zona.
En las últimas semanas, la Brigada Rural realizó múltiples operativos que arrojaron resultados positivos, ya que se secuestraron animales faenados clandestinamente, leña extraída sin autorización y armas de fuego transportadas de forma irregular.
Leña, armas y animales faenados
En la ruta provincial 80, cerca del paraje Ñirihuau, la Policía de Río Negro junto al inspector de Bosques de la provincia procedió a secuestrar cuatro metros cúbicos de leña que eran transportados en el baúl de un Renault Mégane. Además secuestraron la motosierra que utilizaron para extraer los ejemplares, que aún estaban verdes. Se iniciaron actuaciones por una infracción a la Ley Q757.
En el mismo lugar, los uniformados detuvieron la marcha de una camioneta Dodge Ram en la que se movilizaban tres personas, quienes llevaban un arma de fuego calibre 357 aunque carecían de su documentación, por lo que la misma fue secuestrada. La causa que se inició fue por una infracción al artículo 189 bis del Código Penal.
En el camino vecinal conocido como La Paloma, se detuvo la marcha de una camioneta Toyota Hilux con un carro, en el que trasladaban 15 metros cúbicos de leña nativa, que fue sustraída sin permiso (Infracción Ley Q 757).
Además, tres personas fueron sorprendidas por la misma repartición policial cuando transportaban dos armas de fuego tipo fusiles, piezas de un ciervo que habían casado (60 kilos) y también un cordero faenado (15 kilos).
Las personas se movilizaban en un utilitario y contaban con la documentación de las armas aunque no así con el permiso de caza correspondiente que debería haber sido tramitado, por lo que las mismas fueron secuestradas.
El último operativo se registró el fin de semana pasado cuando, en el marco de un control preventivo, se recuperó un caballo que había sido sustraído de un paraje de la zona.
Los uniformados detectaron una cuadrilla integrada por 17 equinos y verificaron las señas de todos ellos, logrando de esa forma detectar que uno de los animales fue denunciado como robado por su propietario. Por este hecho se iniciaron actuaciones por presunto encubrimiento.