En el marco de una verificación vehicular rutinaria, personal de la Planta de Verificación Automotor de San Carlos de Bariloche detectó irregularidades en un rodado y, por disposición judicial, se procedió al secuestro del mismo.
El propietario del vehículo se presentó de manera voluntaria con la intención de realizar la verificación técnica correspondiente. Durante la inspección, el personal policial constató anomalías en la numeración del motor: se observó un desgaste inusual en la base del estampado, falta de alineación en los dígitos y cuños no coincidentes con los originales de fábrica.
Ante estos indicios de posible adulteración, y en cumplimiento del protocolo, se estableció comunicación con la Fiscalía de turno que dispuso el secuestro preventivo del vehículo y el inicio de las actuaciones judiciales correspondientes.