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Mujeres solidarias, comprometidas y altruistas. Las trabajadoras del taller de Sastrería de la Policía de Río Negro realizaron incansablemente en el último año miles de barbijos destinados a sus compañeros.
Estas mujeres no dudaron un minuto para ponerse una gran responsabilidad al hombro. Moldear, cortar y coser tela para armar las protecciones faciales que resguardarían al personal policial.
Fueron más de 14.500 barbijos. Un trabajo que llevó mucha paciencia, pero sobre todo lucidez y celeridad porque el virus no esperaba a nadie, y ellas tampoco.
Es así que pusieron en marcha las máquinas de coser con una finalidad. Cuidar a los policías que estaban expuestos en la calle como una de las primeras barreras de contención en la sociedad.
Cuidar a esos casi 7000 policías que conforman la planta de seguridad que prevenían, resguardaban, advertían e informaban a la población rionegrina, mientras la incertidumbre que provocaba el COVID-19 aumentaba.
Evelina recordó las dificultades que conllevó readaptarse en el taller pero que, sin embargo, lograron realizar los barbijos. Asimismo, remarcó que tuvieron el acompañamiento institucional que les brindó los insumos necesarios.
Por otra parte, Gabriela no dejaba de mostrar su emoción y satisfacción con cada tanda terminada que tenían como destino alguna de las seis Unidades Regionales de la Provincia. En este sentido, rememoró que cada vez que terminaban una producción festejaban, se alentaban, y ¡seguían!
No hay obstáculos cuando los objetivos son claros y un equipo tira para el mismo lado. No hay obstáculos cuando lo que uno hace, lo hace con el corazón.